Vivimos rodeados de
probabilidades, de posibilidades, de opciones…..de lo que podría haber sido, un pluscuamperfecto del subjuntivo cotidiano……nuestras alternativas.
-Si hubiera nacido en cuna
de oro…..?! - Si fuera alto y de ojos
azules…?!
Nuestras alternativas.....los que podríamos haber sido.....convivimos con nuestros “yo”
alternos cada día de nuestras vidas, . Convivimos
con el popular cantante, con el hábil futbolista, con el chef televisivo….y
todo eso mientras cantamos en la ducha o jugamos al Fifa 2015 en el play-station o cocinamos una
sopa de paquete…
Sin embargo, son esos otros
yo los que nos mantienen con esperanzas. Son las expectativas de cambio. Son nuestras
opciones escondidas que de vez en cuando quieren desprenderse del quien somos y
asomar entre los botones de la camisa...como un alien. Es el famoso, el
millonario, el futbolista que todos llevamos dentro pidiendo espacio para salir
a cambiar el mundo, o al menos el nuestro. Y demás está decir que estos personajes secundarios nos
acompañan siempre, esperando el momento. Son como el miedo, un bulto en la
sombras que nos acompaña, agazapado, pronto para saltar a escena y quedarse con
lo que somos… asumir el control.
Todos tenemos esos otros “yo”
aún que los tengamos subyugados, reprimidos, y aún que los escondamos bien…..ellos
están... y afloran con nuestra debilidad, cuando la alegría o la tristeza se nos
acercan ... o con algo de alcohol debo reconocer. Cuando entramos a la canchita de futbol, asoma el crac
haciendo un “dribling” espectacular, o cuando estamos en la ducha asoma ese
cantante de voz clara y modulada.
El gran
problema es que difícilmente el “yo” alterno de las demás personas está de acuerdo con
esas habilidades mostradas. En esos casos, nosotros, los de todos los días
volvemos a tomar el control. Nuestra vergüenza, nuestra timidez funcionan como agente
intimidatorio del que podríamos ser y aquí, vamos a reconocer que nuestros
otros yo ........ son unos verdaderos cobardes. Ante la menor crítica, no hacen más que
esconderse…otra vez y dejarnos a nosotros mismos el más ridículo de los momentos.
Y bueno….acá estoy yo… digo
el “yo mismo” esperando que alguno de mis “yos” alternos se anime de una buena
vez a agarrar el joystick y hacerme famoso (y de preferencia rico), como chef,
como cantante o como sea…..mientras tanto desde el espejo algún otro “yo” … que no soy “yo”…. me mira de reojo, como esperando
el momento.