jueves, 21 de noviembre de 2013

Libertad o.........desmayo...?


Ayer mi hija de 12 años, quien como correctamente se supondrá por la edad, está entrando en la adolescencia, me dijo en tono de protesto y luego de una orden impartida por mí, que no veía el día de ser mayor de edad para aprovechar de su libertad……tchan!!
Sep…….libertad quiere la nena……un par de zapatillazos no le vendrían nada mal, digo yo. Para mí,  a esa edad, la libertad era cuando me mandaban a ir solito al almacén a buscar la leche y unas galletitas y si me dejaban quedarme con el vuelto………eso era casi una revolución. Ganaba de alguna forma la libertad de comprarme un chicle o un paquete de figuritas.
Creo que desde hace tiempo se ha mal-entendido la palabra libertad…y no hablo solo a nivel de mi hija de 12 años, hablo de una forma genérica y me animo a decir que hasta de una forma histórica y antes que quien se aventure por estas líneas me defina como loco, me paso a explicar: -Desde que nosotros eramos niños y supongo que desde mucho antes, nos enseñaron sobre las gestas de los patriarcas y héroes de la patria que proclamaban libertad a cambio de todo…..la vida inclusive.  Yo siempre quise saber qué significaba para la gente simple de la época (los que acompañaban a los generales, caudillos y héroes en las batallas y guerras, los que mataban y morían)   la tan soñada “libertad”. –Me pregunto:   -para un gaucho, que sería su libertad???? – montar en pelo y sin chiripá?  Para los aguateros supongo que la libertad se referiría a vender agua sin gas (mismo porque en ese entonces no existía la Matutina)  –y para las lavanderas? ………lavar sin suavizante??   No quiero ser anti-patriota pero que le cambió a esa gente luego de dichas gestas?
Claro que entiendo la necesidad de los esclavos, de ser libres en los tiempos de la esclavitud, eso es evidente, era necesario y moralmente correcto.  También entiendo la libertad reclamada por los comerciantes de la época para quienes ser libre significaba no pagarle más impuestos a la corona española, que oficiaba en aquella época como nuestra DGI (Se me ocurre una cruzada libertadora del yugo de la DGI). Pero estoy casi seguro que esos mismos comerciantes eran dueños de esclavos….-y?.....que libertad era más importante?
En la medida que pasan los años tiendo a ver la libertad como una Utopía y me empiezo a preguntar si realmente queremos libertad plena. Y yendo un poco más allá me pregunto – libertad de que??? – De que queremos librarnos??
En el mundo actual nos quejamos que el trabajo nos deja poco tiempo disponible, queremos más tiempo libre para estar con los niños o compartir  con amigos…y yo (que también me quejo) me pregunto…..-quiero dejar el trabajo??....y yo (que me sigo quejando) me respondo….-no, no quiero dejar el trabajo.
Los niños y jóvenes transitan el año deseando liberarse de escuelas y centros de estudio…..sin embargo, sobre el final de las vacaciones, ellos también extrañan aún que no lo admitan.
Quien al despertarse por la mañana no deseó de corazón liberarse de la vida en el cemento de la ciudad, alejarse del mundanal ruido, distanciarse de las bocinas,  del humo,  del tránsito, etc…? -sin embargo una semana de camping, disfrutando de la naturaleza y los mosquitos, son suficiente libertad como para  reestablecer las prioridades y  desear volver corriendo a los aires acondicionados del shopping y a la tarde de cine en 3D.
Seamos sinceros, reconozcamos que somos seres sociales y como corresponde, en todas las sociedades hay normas y reglas que deben ser respetadas. Nuestras libertades son el límite de las libertades de los demás y vice-versa.  El que no esté de acuerdo puede rebelarse e irse a la selva a vivir solito, sin libertades ajenas que coarten la libertad propia. –Eso sí, sin disfrutar de los beneficios de nuestra civilización como por ejemplo el inodoro y el papel higiénico….sep….volver a las hojitas secas para limpiarse........….sus libertades!
Pero bue………por más que a veces afloren estas ideas yo también pido libertad. Todos tenemos ideas diferentes de lo que es la libertad. Mi idea por ejemplo es que por un milagro o algo parecido, me toque en suerte ganar el 5 de oro, sin compartir y acumulado 5 o 6 veces, lo que me permitiría pasar el resto de mis días gozando de la libertad de no tener que levantarme a las 7 de la matina. -Pero pensando bien……creo que me aburriría como una ostra…. –una ostra gorda, cómoda y feliz, reconozco…pero ostra al fin.  Necesito la adrenalina de hacer algo.
Mientras espero el gran golpe de suerte, sigo siendo mismo esclavucho feliz que siempre fui. Primero y en los años mozos era feliz e ignorante siervo de mis padres, luego de los estudios, luego de mis hormonas, luego de mi esposa y ahora de mis hijos (sep….-que llevo a uno a karate, - que traigo a la otra del coro, etc, etc, etc…) y para colmo de la historia ahora también….quien diría……del Toby.   –Que bajo he caído!
Libertad son los “free shops”
Libertad es un happy hour con canilla libre de Fanta Naranja
Viendo y considerando lo dicho hasta este punto llego a la conclusión que el mayor aporte a la libertad hecho por la humanidad a través de los años y por pura aplicación de  la ciencia……..es el control remoto....-he dicho.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

De viejitas y carritos


Hay muchas cosas que por más que pase el tiempo, no dejan de sorprenderme. Podría hacer una lista larga incluyendo toda suerte de cachivaches electrónicos que todos los días se modernizan, se achican y se abaratan, algunas cosas de la naturaleza como la altura de las jirafas o los colores de muchos pajarracos y también lo paradisíaco de algunos lugares que invitan a descansar, tomar una bebida servida en un ananá y con una sombrillita de adorno. Lamentablemente también hay cosas que me sorprenden para mal como por ejemplo…mi despertador (sep, lo odio….el maldito no falla una….me llama todos los días a la misma hora), pero también podría hablar del tránsito en Montevideo, de los inspectores o de la mugre y los políticos (da igual)

Todas esas son cosas que más que sorprender, llaman la atención, por bien o por mal pero hay algo que realmente me da escalofríos, me pone de mal humor y agota mi paciencia. A mi humilde entender el más fino requinte de la degeneración humana………las viejitas en el supermercado al control de un carrito. Algo tan aparentemente inofensivo como un carrito de supermercado, en sus manos, se transforma en una herramienta de dolor. Canillas, tobillos, manos y codos son mudos testigos amorotonados de este texto. No quiero con esto parecer que soy “anti-viejitas” (yo felizmente tengo a mi viejita y la adoro.......si bien, reconozco que en el supermercado...me da algo de miedito)pero cuando agarran el comando de un carrito………se transforman!! Toda la bondad, la tranquilidad amable que les da la experiencia… se pierde. Es como si se abriera la puerta del inconsciente y se liberara un ser gobernado por fuerzas malignas que tienen como único propósito infernizar la vida a los demás y amables compradores…..como yo.

Entre las tácticas más practicadas por estas transtornadas señoras, está por ejemplo, elegir el cuello de botella más transitado de todo el establecimiento y parar su carrito bien en el medio del pasaje para ver algo en la góndola más próxima, impidiendo el tránsito en ambos sentidos. Claro está que hacen esto sin sacar la mano del carrito y eligiendo siempre el día y hora más concurridos del comercio y esto se traduce en por lo menos 7 u 8 minutos y considerando que no logran leer rápidamente las etiquetas y pierden al menos 5 minutos más buscando los lentes en la cartera.

Una variante a esta táctica es la de parar el carrito en el mismo lugar, o similar, y dejarlo abandonado temporariamente mientras ellas se alejan hasta algún lugar no muy lejano, fingiendo elegir los macarrones, y desde  donde, con sonrisa socarrona esperan que alguien intente mover/tocar su carrito para pasar….y es en ese momento que se activan cual animal al acecho. Corren hasta el carrito con caras de mala y rezongando como si la incauta víctima pretendiera hacerse del botín de galletitas Maria, 2 kg de papa rosada y una cajita de té Lipton…...antes de pasar por la caja…claro está!!

Y ojo con que encuentren alguna amiga o conocida (léase….cómplice) para conversar descontracturadamente en el mismo cuello de botella, en el mismo día y a la misma hora……si nos topamos con esta situación, mejor busquemos un camino alterno o en el peor de los casos…otro supermercado.

Otra táctica utilizada es la de hacerse las distraídas, como mirando góndolas, y chocar nuestros tobillos con los carritos asesinos…..eso es algo cruel.

Ni hablemos de los momentos amargos en las filas de las cajas. Cuando se da esta situación, ponen su carita más lastimosa como si fueran el gato de Shreck, empiezan a renguear y nos miran con cara acusadora como diciéndonos lo malos que somos en no dejarlas pasar adelante. Y si todo eso no funciona…..comienzan a hablar de sus enfermedades y de como le duelen los pies y que debe estar por llover porque les duelen los callos.

Si algo de eso…o todo eso…funciona y les dejamos pasar…viene el peor de los martirios. Piden a la pobre cajera que verifique todos los precios…uno por uno…esto es una tarea de vaaaaaarios minutos. Luego, durante otros 5 minutos, busca en el fondo de su cartera la tarjeta de fidelidad del establecimiento, luego, verificando que le faltan solo unos pocos pesos para un próximo punto… salen a las góndolas a elegir algo que complete el puntaje.
Mientras tanto el infausto ser que tan amablemente les cedió su lugar en la fila siente en la nuca el odio fecundo de los demás elementos de la fila sin contar con las casi irrefrenables ganas del abuelicídio.

- No se dejen engañar!!! 
- Que alguien me diga que algo de esto no le paso ¡!!!

Hay pocas cosas comparables a las viejitas en los supermercados pero podría nombrar solo como ejemplo…las viejitas con los carritos en la feria!
Ahora si hay algo peor…no tengo dudas: -las viejitas al volante! – Pero eso es otro cuento.