viernes, 1 de mayo de 2009

Desde Rio Branco/ Jaguarão para el mundo…………norte del sur… sur del norte…….en fin… el mundo es un pañuelo!

…..y acá estoy, a 400 quilómetros de Montevideo (y pico), viendo TV Globo en portugués, tomando guaraná e intentando escribir algo por acá.
La verdad es que no dejo de sorprenderme de lo chiquito que se nos está haciendo el mundo. Hace un ratito, revisé un par de e-mails, desde Holanda un cliente y respondí un mensaje de la parentela de Australia. Cualquiera de estos lugares queda como mínimo a 18 horas de viaje en avión desde Montevideo. Pensar que hace algunos años teníamos que esperar un par de meses (si teníamos suerte y algún amigo en Antel) para que nos pusieran el teléfono fijo. Ahora vas a la panadería…..compras una flauta y dos cuernitos y te regalan un celular con cámara, MP3, GPS, USB, etc… y hasta podes llamar por teléfono, siempre y cuando pagues y cargues la tarjetita.
Pero en fin..... .. y volviendo a Frontera les cuento que aprovechamos el fin de semana largo para “adentrar” a territorio norteño. Fuimos hasta Rio Grande con derecho a escapadita hasta Cassino….. solo para conocer y romper un poco la rutina. Les confieso que no me gustó demasiado el viajecito. De Rio Grande, lo que valió la pena fue el paseo por la peatonal y por la plaza principal y la adquisición de dos botellitas de “Jurupiga o Jurupinga”. Para los que no conocen (Javito también es cultura!), es una bebida alcohólica que nació cuando los portugueses que fueron a colonizar esas tierras, principalmente en la “Ilha dos marinheiros”. Ellos intentaron hacer el buen vino portugués pero llegaron a un producto que no pudieron catalogar como “vino” entonces los habitantes de la zona lo nombraron “Jurupiga”, que es una suerte de vino quemado. Bebida dulce de baja graduación alcohólica (17%+ o -), es para tomar como un licor suave. Aquellos que gustan de buen vino y conocen algo de enología…………….abstenerse. Aquellos, como yo, que no entienden demasiado, tal vez les agrade.
De Cassino les puedo contar que no hay casino (el juego de azar es prohibido en Brasil). La playa es un barrial donde los autos entran por la gran extensión de arena que hay antes de llegar al barro. Es como un balneario de la gente que vive en Pelotas (ciudad, valga la aclaración) y aledaños. Las casas son bonitas y hay bastantes comercios. Dicen que en temporada se pone movidito. Lo mejor que hicimos allí fue sentarnos en una lanchonete/padaria, para tomar un buen café y comer unos ricos “pães de queijo”…..muy rico.
Luego de eso… la vuelta (200 Km hasta Rio Branco), carretera en estado de más o menos. Al día siguiente, inevitable pasadita por los Free shops para perfumarnos con las muestras y luego el regreso a Montevideo. Saldo….. 1.200 Km durante el finde…… y la experiencia del conocer otros lugares.
Más adelante…..cuando aprenda cómo hacerlo, tenga tiempo y algo de viento a favor….colgaré alguna foto para que no digan que inventé esto.

3 comentarios:

  1. uuff, me cansé. Buen relato de la aventura, me pareció vivir ese viajecito Gaúcho

    ResponderEliminar
  2. Buen relato Javier. Si el mundo es muy chico

    ResponderEliminar
  3. OJO TOCAYO, MIRA QUE EN TEMPORADA ES MUY LINDO CASSINO, HAY MUCHA SEGURIDAD, SE JUNTAN HASTA 20000 PERSONAS EN UN FIN DE SEMANA, QUEDA PROLIJO EL BALNEARIO, ADEMAS ESTA TODO BIEN ORGANIZADO

    SDS. JAVIER

    ResponderEliminar