Hace unos pocos días y como de costumbre para un martes de tarde
fui a llevar a mi hijo a sus clases de Karate. Enorme mi sorpresa cuando al
llegar al Dojo, el tema de acalorada discusión entre el Sensei y un par de
madres de los futuros karatecas no era otro que…..el amor. Tema para nada de
acuerdo con un gimnasio donde se enseña sobre la parte marcial del arte. –Será
que a eso se refiere la gente con que el amor florece donde menos se
espera?? Como sea, me dediqué a escuchar
y a analizar las opiniones que fueron contrapuestas y cada una con sus válidos
argumentos. Pero entre lo irónico de la situación y lo profundo del tema, lo
cierto, es que eso me dejó pensando por un muy buen rato (valga la aclaración
para el título: Lucubrar = Obra o producto de la meditación y la reflexión) y
la primer pregunta de rigor a todo el que medita sobre un tema: -yo, sé lo que
es el amor? - Claramente lo siento,
pero… se definirlo?
Bajo la conciencia de que las verdades absolutas no aplican al
tema, lo primero que hice fue buscar en diccionarios la definición de
amor….tarea larga y confusa. Las definiciones son demasiadas pero todas llevan
la aceptación de que se trata de la conjunción de los sentimientos relativos a
la afinidad entre seres (a veces también entre cosas). Y no se quien esté
leyendo, pero a mi……la definición no me
convenció.
Lo que nos interesa a todos, en gran parte, es lo que nos pasa en
la vida diaria, principalmente entre las parejas y por ahí va este texto. Veo
que existen las más variadas formas de entender y de explicar el amor por
ejemplo, están los que dicen que el amor es pasión, es fuego. Otros dicen que
el amor se construye, se aprende. También están los incrédulos que niegan su
existencia en contraposición a aquellos que no conciben un universo sin su
presencia omnipotente. En fin……hasta en eso la humanidad logra ponerse en
desacuerdo. Entonces ante la imposibilidad de un consenso universal sobre el
tema, lo importante pasa a ser lo que piensa cada uno de nosotros, lo que nos
colma, lo que nos convence y nos hace felices. Dicho esto, la pregunta del
millón……-que es para mi? – Que creo yo?
Bien, creo que el amor es un proceso de búsqueda, creo que es la
sumatoria de los sentimientos hacia nuestra contraparte en cada etapa, en cada
edad, en cada momento. El amor sin dudas no es simple… es compuesto.
Pienso que existe un cierto orden para las diferentes etapas, todos
tenemos nuestros tiempos emocionales y estos ni siempre coinciden con los
tiempos que el resto del mundo espera,
pero nuestro crecimiento como seres humanos suele darnos escalonadamente
la madurez para encarar este tema en cierta secuencia más o menos predecible.
No se puede pensar el amor entre dos seres humanos sin pasar por la
pasión, la debilidad de la carne, el deseo del contacto, la sensibilidad de la
piel, esta etapa no sabe de tibiezas, aquí no se admiten términos medios. Claro
está que es en esta etapa donde solemos “meter la pata”, nos dejamos llevar por
los instintos más ancestrales, sin filtros, sin redes bajo la cuerda floja.
Claro está que no todos somos iguales, también los hay quienes tienen la suerte
de encontrar a su compañero de viaje en esta etapa (que por lo general es la
primera) y a estos suertudos les toca compartir el resto de las etapas lado a
lado.
Un etapa, por lo general posterior, es la etapa del conocimiento,
es donde nos revelamos más allá del cuerpo, donde mostramos nuestra “ropa
sucia”, son las primeras discusiones a flor de piel es donde salimos de
nuestras zonas de confort, es un período de adaptación. Tiempos difíciles si
los hay.
Luego, el acostumbramiento, el marasmo, caminar al sol en silencio,
sudando a gota gorda. Es una etapa donde las luchas exógenas mueven los
cimientos, donde la capacidad de resistencia de la unión es constantemente
testeada por la cuenta de la luz y del agua y del colegio. Lugares comunes de
discusiones que van muy por debajo de la piel. Donde muchas veces sacrificamos
los espacios de contacto con el ser amado para atender el resto………..de cierta
manera perdemos un poco el foco. Es acá donde toman importancia el respeto y el
reconocimiento.
Finalmente… la etapa de compañerismo, la complicidad, ya nos
conocemos, no hay sorpresas… las discusiones son sobre la vida.
Aclaro que para mi, las discusiones son esenciales, son el sacudón
que te hace sacar los dedos del enchufe.
Pero…..todo esto dicho así me suena tremendamente frio y hasta
aburrido. En realidad creo que ninguna etapa es capaz de sobrevivir por si
sola.
Pobre del que crea que el amor es pasión y nada más. Ese, está
signado la ansiedad de la búsqueda eterna. En lo personal no lo critico, es un
tema de decisiones pero aviso que quien busque en el amor una llama eterna se
perderá la agradable tibieza de las brasas. (esto sonó muy poético por cierto /
esta frase merece un Pulitzer!!!)
-No puede haber amor si no existe la pasión, la complicidad, la
amistad, el respeto, el cariño… y todo en partes totalmente equilibradas que
irán cambiando según el momento.
-Que más lindo que un buen toque de sorpresa….tiremos para arriba
todas las facturas y escapémonos sin los niños!
-Ay compañera, te espero por ahí……después del enojo……sé que vas a
estar… y un poco de eso se trata... estar... disfrutar… resistir… desear…
acompañar… compartir… discutir… encubrir… destruir… reconstruir… empezar de
nuevo sabiendo que estás ahí….......
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