martes, 9 de septiembre de 2014

Lucubraciones sobre la gran A…


Hace unos pocos días y como de costumbre para un martes de tarde fui a llevar a mi hijo a sus clases de Karate. Enorme mi sorpresa cuando al llegar al Dojo, el tema de acalorada discusión entre el Sensei y un par de madres de los futuros karatecas no era otro que…..el amor. Tema para nada de acuerdo con un gimnasio donde se enseña sobre la parte marcial del arte. –Será que a eso se refiere la gente con que el amor florece donde menos se espera??  Como sea, me dediqué a escuchar y a analizar las opiniones que fueron contrapuestas y cada una con sus válidos argumentos. Pero entre lo irónico de la situación y lo profundo del tema, lo cierto, es que eso me dejó pensando por un muy buen rato (valga la aclaración para el título: Lucubrar = Obra o producto de la meditación y la reflexión) y la primer pregunta de rigor a todo el que medita sobre un tema: -yo, sé lo que es el amor?  - Claramente lo siento, pero… se definirlo?
Bajo la conciencia de que las verdades absolutas no aplican al tema, lo primero que hice fue buscar en diccionarios la definición de amor….tarea larga y confusa. Las definiciones son demasiadas pero todas llevan la aceptación de que se trata de la conjunción de los sentimientos relativos a la afinidad entre seres (a veces también entre cosas). Y no se quien esté leyendo,  pero a mi……la definición no me convenció.
Lo que nos interesa a todos, en gran parte, es lo que nos pasa en la vida diaria, principalmente entre las parejas y por ahí va este texto. Veo que existen las más variadas formas de entender y de explicar el amor por ejemplo, están los que dicen que el amor es pasión, es fuego. Otros dicen que el amor se construye, se aprende. También están los incrédulos que niegan su existencia en contraposición a aquellos que no conciben un universo sin su presencia omnipotente. En fin……hasta en eso la humanidad logra ponerse en desacuerdo. Entonces ante la imposibilidad de un consenso universal sobre el tema, lo importante pasa a ser lo que piensa cada uno de nosotros, lo que nos colma, lo que nos convence y nos hace felices. Dicho esto, la pregunta del millón……-que es para mi? – Que creo yo?
Bien, creo que el amor es un proceso de búsqueda, creo que es la sumatoria de los sentimientos hacia nuestra contraparte en cada etapa, en cada edad, en cada momento. El amor sin dudas no es simple… es compuesto.
Pienso que existe un cierto orden para las diferentes etapas, todos tenemos nuestros tiempos emocionales y estos ni siempre coinciden con los tiempos que el resto del mundo espera,  pero nuestro crecimiento como seres humanos suele darnos escalonadamente la madurez para encarar este tema en cierta secuencia más o menos predecible.
No se puede pensar el amor entre dos seres humanos sin pasar por la pasión, la debilidad de la carne, el deseo del contacto, la sensibilidad de la piel, esta etapa no sabe de tibiezas, aquí no se admiten términos medios. Claro está que es en esta etapa donde solemos “meter la pata”, nos dejamos llevar por los instintos más ancestrales, sin filtros, sin redes bajo la cuerda floja. Claro está que no todos somos iguales, también los hay quienes tienen la suerte de encontrar a su compañero de viaje en esta etapa (que por lo general es la primera) y a estos suertudos les toca compartir el resto de las etapas lado a lado.
Un etapa, por lo general posterior, es la etapa del conocimiento, es donde nos revelamos más allá del cuerpo, donde mostramos nuestra “ropa sucia”, son las primeras discusiones a flor de piel es donde salimos de nuestras zonas de confort, es un período de adaptación. Tiempos difíciles si los hay.
Luego, el acostumbramiento, el marasmo, caminar al sol en silencio, sudando a gota gorda. Es una etapa donde las luchas exógenas mueven los cimientos, donde la capacidad de resistencia de la unión es constantemente testeada por la cuenta de la luz y del agua y del colegio. Lugares comunes de discusiones que van muy por debajo de la piel. Donde muchas veces sacrificamos los espacios de contacto con el ser amado para atender el resto………..de cierta manera perdemos un poco el foco. Es acá donde toman importancia el respeto y el reconocimiento.
Finalmente… la etapa de compañerismo, la complicidad, ya nos conocemos, no hay sorpresas… las discusiones son sobre la vida.
Aclaro que para mi, las discusiones son esenciales, son el sacudón que te hace sacar los dedos del enchufe.
Pero…..todo esto dicho así me suena tremendamente frio y hasta aburrido. En realidad creo que ninguna etapa es capaz de sobrevivir por si sola.
Pobre del que crea que el amor es pasión y nada más. Ese, está signado la ansiedad de la búsqueda eterna. En lo personal no lo critico, es un tema de decisiones pero aviso que quien busque en el amor una llama eterna se perderá la agradable tibieza de las brasas. (esto sonó muy poético por cierto / esta frase merece un Pulitzer!!!)
-No puede haber amor si no existe la pasión, la complicidad, la amistad, el respeto, el cariño… y todo en partes totalmente equilibradas que irán cambiando según el momento.
-Que más lindo que un buen toque de sorpresa….tiremos para arriba todas las facturas y escapémonos sin los niños!
-Ay compañera, te espero por ahí……después del enojo……sé que vas a estar… y un poco de eso se trata... estar... disfrutar… resistir… desear… acompañar… compartir… discutir… encubrir… destruir… reconstruir… empezar de nuevo sabiendo que estás ahí….......

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